Si te fijas, sólo un poquito, puedes ver cómo las relaciones se establecen en un plano afectivo. Luego se cifran con otros parámetros, pero sólo hay que mirar.

Y miro. Y escucho cómo el niño desde el columpio llama la atención de su madre para decirle lo alto que está llegando en su balanceo. Y, si feliz está por semejante hazaña, mejor se siente cuando su madre le da una sonrisa de aprobación, un aplauso desproporcionado a su logro. Y Phileas Fogg queda a la altura del betún…

Y existes en tanto sientes la referencia externa. En el trabajo, una palmadita en la espalda o una bronca de la misma persona, significan el cielo o el infierno, pues en sus manos está nuestro valor, nuestra valía.

Y el paso del tiempo no mejora la situación. Con todo el respeto del que soy capaz, siento lástima cuando veo a hombres de mi edad y de algo más, intentando parecer más jóvenes: Actitudes impropias de la edad que ejercemos delatan la búsqueda de aquello que no ocurrió. Y que, si sucediera ahora, sólo ahondaría la sima que hay en nuestro alma, la herida que nunca cerró y que, si hubiéramos juzgado sabiamente, habríamos dado “lo non venido por pasado”.

Mirar de arriba abajo a una mujer porque así lo han visto hacer: Que se sienta con derecho a mirar a las mujeres como si de ganado se trataran. Que se evalúen sus condiciones físicas como si de la canal de un ternero se tratara. ¡Cuántas veces he visto la cara de todas las mujeres de mi vida en los rostros de las que caminan por la acera conmigo! ¡Qué necesaria una mirada respetuosa por mi parte, en todo momento, en toda ocasión: ¡Celebrar la belleza de la juventud y de la mirada de la mujer que sabe quién es! Arrebatadora y poderosa, se hunden los zapatos de quien pisa fuerte sabiendo quién es.

El contrapunto lo da la cultura que objeta, si se puede decir: Cosifica los individuos entre populares y no, sometiéndolos a un stress salvaje. Extenuados, se aplican la crema regeneradora en la tez mientras el alma necesita un lugar donde acurrucarse y sentirse amado: Tal y como yo quisiera ser amado.